Palacio de Topkapı


El Palacio de Topkapı (Topkapı Sarayı) de Estambul constituyó durante casi cuatro siglos el centro del poder otomano, en tanto que residencia real y sede administrativa del Imperio desde 1465 hasta mediados del siglo XIX.

Su construcción sobre el lugar que ocupaba la antigua acrópolis bizantina fue ordenada por el sultan Mehmet II en 1460 y completada en 1478, si bien en los siglos posteriores se llevaron a cabo numerosas ampliaciones, remodelaciones y esporádicos incendios, configurando el amplio repertorio de edificios que integran el palacio, un complejo con una superficie total de 700 mil m², todo él circundado por una muralla.

 

En 1853, el sultán Abdülmecit I (1839-1861) trasladaría su residencia y corte al recién construido palacio de Dolmabahçe, un edificio más moderno y en consonancia con los modelos aúlicos del barroco europeo. Desde esa fecha, Topkapı continuó sirviendo hasta 1909 como residencia de los harenes de anteriores sultanes y, tras la proclamación del régimen republicano en 1923, el complejo monumental sería restaurado y convertido en museo de la época imperial (1924), función que ha mantenido hasta la actualidad.

 

El conjunto, formado por numerosos edificios articulados entorno a cuatro patios y rodeados por jardines y pabellones, fue construido de acuerdo con las normas de la arquitectura civil otomana, de la que es su ejemplo más señero, adoptando fórmulas de organización espacial que ya se habían aplicado desde siglos atrás en la construcción de los palacios omeyas y abasíes.