La Iglesia de Santa Helena (Aya Helena kilisesi) situada en la localidad de Sille, a 7 kilómetros de la ciudad de Konya, fue mandada construir en 327 por la emperatriz Helena, madre de Constantino el Grande.
En aquel año, Helena recaló en la pequeña localidad mientras llevaba a cabo un viaje hacia Jerusalén. Allí pudo contemplar los templos excavados en la roca de los primeros cristianos y decidió construir uno de mayores dimensiones.
La iglesia fue construida con piedras del mismo pueblo, y cuenta con unas habitaciones excavadas en la roca junto a la puerta de acceso situada en la cara sur del edificio. Ha sufrido numerosas reparaciones a lo largo de los siglos, la más importante de las cuales se llevó a cabo en 1833.
El nártex fue incorporado a la iglesia (en dirección sur-norte) en uno de cuyos extremos se realizó una pequeña puerta de acceso. Desde aquí se accede, a través de una escalera de piedra, al primer piso reservado para las mujeres.
El templo cuenta con una nave principal y dos laterales, y están rematadas por una bóveda.
Los frescos actuales corresponden a 1880 (como se puede apreciar en el Cristo que corona la bóveda), aunque se encuentran en mal estado debido al abandono y el vandalismo.
A pesar de que durante algunas décadas del siglo XX fue usada como mezquita, conserva parte de su carpintería, incluido un púlpìto roto y un iconostasio sin iconos.
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